Una de cal y otra de arena. No sé cuál es la buena y cuál es la mala porque las dos opciones parecen bastante malas, pero eso es lo que la que he bautizado como la «Noche Familiar» de Fox me dio el pasado jueves. Estrenaron dos series que tenía ganas de ver, «Modern Family», mejor comedia del año según los votantes de los Emmy, y «Parenthood», y una me gustó mucho más que la otra.
-Modern Family:
Había escuchado mayoría de comentarios positivos sobre esta comedia, aunque muchos decían que empezaba bien y que a mitad de temporada perdía fuerza. ¿Una comedia no tiene que hacer reír? Pues creo que «Modern Family» consiguió sacarme la sonrisa un par de veces pero nada más. ¿Me entretuvo? Lo cierto es que no. Me la esperaba muy distinta y me encontré con dos capítulos en los que presentan a los personajes bastante por encima, en el que los estereotipos se ven a la legua y en el que encima el recurso de «The Office» de que los personajes hablen a la cámara para contar algo sobra porque te corta la poca historia que ví.
No, no me convenció aunque le daré al menos otra semana de oportunidad. Como emiten los episodios de dos en dos en una semana más ya alcanzo los típicos tres capítulos que doy de márgen a una serie para decidir si realmente merece la pena que la siga o no. Y creo que «Modern Family» no me acabará por convencer. Lo que más me gustó fue la relación entre Jay (Ed O’Neill) y Manny (Rico Rodríguez) y el personaje de Phil (Ty Burrell). Y, debo mencionar esa frikada de escena en la que Cameron (Eric Stonestreet) levanta como en «El Rey León» a la hija que acaba de adoptar con Mitchell (Jesse Tyler Ferguson). Más que risa daban ganas de decir «apaga y vámonos».
Parenthood:
El sueño me venció el jueves a los pocos minutos pero ayer, gracias a la repetición, disfruté del primer episodio. Siempre me han gustado las series familiares, antes eran las que más emitían en televisión, y ésta tenía buena pinta y buen reparto con muchas caras conocidas. Me gustó cómo introdujeron a los personajes aunque hasta la mitad del episodio en vez de una historia parecían varias partes sin hilvanar. Pero a partir de la mitad ya me tenía enganchada y me gustó por lo que sí que pienso seguirla semana a semana.
Lauren Graham (Sarah) hace lo que hacía en «Las Chicas Gilmore» (Gilmore Girls) aunque en vez de llevarse bien con su hija, se lleva mal y no tiene trabajo; Peter Krause (Adam) es un padre preocupado que no quiere darse cuenta del problema de su hijo hasta que lo percibe; Erika Christensen (Julia) es una abogada de éxito según se deja entrever totalmente opuesta a su hermana Sarah y que no se lleva mal con su hija aunque ésta prefiera a su padre; y Dax Shepard (Crosby) trabaja como técnico de sonido y según su novia es incapaz de comprometerse aunque de la nada le sale un hijo secreto.
No son cinco hermanos sino cuatro que viven con sus padres, Craig T. Nelson que interpreta a Zeek, y Bonnie Bedelia (Camille). Vaya que son una gran familia con problemas, como todas. Para mí, promete así que a ver qué ofrece al final.
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Dale esa oportunidad a mi me gustó mucho, pero a gustos colores y ahora que podemos y tenemos donde elegir para que sufrir. 😉 Saludos.
Qué razón tienes Kike en lo de elegir. Mañana la volveré a ver y lo mismo le doy otra semana más de márgen, pero si no me río… lo llevamos claro.